xD By Fredo & Fedde
martes, 23 de diciembre de 2008
FELICES FIESTAS
Bueno gentucilla, el tio Zulo os desea unas felices fiestas!!! Que os lo paseis genial estos dias... y nos unimos a la felicitación legionaria!!!
xD By Fredo & Fedde
xD By Fredo & Fedde
lunes, 22 de diciembre de 2008
jueves, 11 de diciembre de 2008
jueves, 27 de noviembre de 2008
domingo, 23 de noviembre de 2008
viernes, 14 de noviembre de 2008
jueves, 13 de noviembre de 2008
miércoles, 12 de noviembre de 2008
jueves, 6 de noviembre de 2008
Cristal: El regreso de la droga del amor
La primera vez, creo que me dieron el palo. Fue el 21 de marzo del 92. Eran unos tapones blancos que nos costaron 5.000 pelas. Nos pasamos la noche sin beber, escuchando musica en un coche aparcado en una gasolinera. La única sensación “anormal” fue la de no ir borrachos... Un año después, lo intenté de nuevo. Eran pastillas marrones y nos dijeron que llevaban heroína. Las famosas rulas jacosas. Esta vez sí que me dio. Tuve que sentarme en el suelo del subidón. Aún recuerdo aquella noche.
El MDMA ha tenido una vida azarosa. Como otros grandes psicodélicos (véase el LSD), a punto estuvo de quedarse en el cajón. En un intento por encontrar un sustituto a la hidrastinina, un coagulante, los doctores Walther Beck, Otto Wolfes y Anton Köllisch sintetizaron en 1912 la metilsafrilamina,que no es otra cosa que MDMA. Sin embargo, la sustancia tuvo una limitada vida útil y pronto acabó siendo aparcada en un cajón.
Y así, hasta que, ya los años 50, el ejército norteamericano se interesa por el MDMA en el marco de su demencial Proyecto MK-Ultra, dirigido a encontrar drogas que pudieran controlar mentes. Merck comienza a producir MDMA otra vez. Varios científicos alemanes estudian los efectos físicos y psíquicos del M. La US Army inyecta a animales dosis letales del “agente experimental” EA-1475, nombre bajo el que se esconde el MDMA puro. Pero para el gran público sigue siendo desconocido.
El M se empieza a popularizar como droga recreativa y toma contacto con la gente “enterada” a principios de los 70. Este cambio es consecuencia directa de la ilegalización del MDA, droga de la contracultura de la época, que había sido vendida como tranquilizante y suprosor del apetito. El underground, que ya llamaba al MDA “la droga del amor”, se pasa al MDMA, aunque su uso recreativo sigue estando muy poco extendido. Como todas las drogas, el M también tiene sus profetas. En 1977, el químico Alexander Shulgin lo prueba. El flechazo es instantáneo, y el científico escribe junto a David Nichols el primer artículo sobre los efectos del MDMA en seres humanos.
Shulgin tambien se lo da a probar a su psicoterapeuta, Leo Zeff, y éste se convierte en ferviente apóstol del M y comienza a difundir la buena nueva. Su uso en la psicoterapia, al bajar las defensas emocionales de los pacientes y favorecer la comunicación, hace que muchos psiquiatras y psicoanalistas de California comiencen a usarlo en sus sesiones. El MDMA cosecha una notoriedad que, como el LSD, acabaría llevando a su ilegalización.
Y llegan los 80, y el la nueva droga aterriza en los clubs. En los locales más modernos de Dallas, la gente consume “Adam” mientras baila. Ese nombre (Adán en inglés) se debe a su supuesta capacidad para llevar al hombre a un estado de inocencia en el que aún no han aflorado los sentimientos de culpa, verguenza e inutilidad. En 1981, en una operación de márketing sin precedentes, un distribuidor de Los Angeles se refiere al “Adam” por primera vez como “éxtasis”. Con este cambio de imagen, el M sella su destino. La mecha está prendida. La popularidad del producto está ya fuera de control.
Publicaciones americanas como ‘Newsweek’ o ‘Harper“s Bazaar’ sacan al M del anonimato. El gran publico empieza a preguntarse qué es esto del éxtasis. La sustancia aún es legal en EEUU y su uso se dispara. A principios de los 80, los laboratorios clandestinos de éxtasis son controlados por el llamado Grupo de Boston. Pero el mayor consumo de M se da en el estado sureño de Texas, donde el éxtasis se adquiere en las tiendas de 24 horas bajo el nombre de “Sassyfras”, en referencia al safrol, uno de los precursores utilizados al sintetizar la droga. Se puede comprar éxtasis incluso por teléfono. En Dallas y Fort Worth, se compra en bares y clubs. De allí, siguiendo el circuito de clubs gays, el MDMA se propaga por los EE UU como un virus y empieza a estar ya en boca de todos. La Drug Enforcement Agency se empieza a mosquear. La cosa recuerda al affaire del LSD, y estas cosas deben pararse cuanto antes.
En 1984, la DEA inicia el procedimiento para incluir al MDMA en la lista I de drogas, es decir, las que no tienen uso médico. El 31 de mayo de 1985, la metilendioximetanfetamina es incluida en esa lista, de manera que ya no se podrá investigar con ella. Acaba el sueño terapéutico, empieza la pesadilla.
El MDMA ha mutado de “Adam”, la herramienda de explotación introspectiva, a éxtasis, la droga de la fiesta. Gracias a la DEA y el circo mediático montado a su alrededor, su popularidad ya ha cruzado el charco. Llega a Ibiza, y de allí conquistaría Europa. Nace el acid house. En 1986 Ibiza ya es conocida como “XTC Island”, la isla del extasis. Los dj y turistas se llevan el mensaje del M a casa. Nace la escena rave británica. El consumo de éxtasis se masifica. Llega el “verano del amor” de 1988. La musica electrónica revienta y el éxtasis es ya universal. El gobierno británico intenta prohibir la música “repetitiva” en clubs, pero esto ya no hay quien lo pare. A finales de los 80, las “pastis” toman Valencia y su ya mítica ruta destroyer o del bakalao. Al calor de la música mákina, las rulas corren de mano en mano. Aparecen las “mescas”, míticas cápsulas de la Ruta, de muy limitada vida pero de largo recuerdo. Se dice que eran MDA, aunque otros dicen que anfeta con cafeína. La Ruta sigue viento en popa unos años hasta que tuvo la desgracia de captar la atención de los medios. Pérez Reverte y otros moralistas de salón acojonaron al personal con su denuncia de los excesos de la movida bakala. La policia no tardó en aparecer en escena. Aumentaron los controles y la Ruta languideció. Una vez más, gracias a su demonización, su popularidad aumenta. Los primeros decomisos de éxtasis se producen en 1990. En el 92, se multiplican por diez, incautándose 40.000 pastillas, cifra que palidece en comparación a las 300.000 del 93 y las 739.511 del 95, cifra récord. A medida que entra más droga, los precios se desploman, pasando de las 5.000 pesetas (30 €) por unidad a menos de 1.000 (6 €). No queda un mísero pueblo de España con discoteca adonde no lleguen las pastis. Nuestro país, como el resto de Europa, está ya infectado.
Y entonces, llegan las mafias y se adueñan de las redes de producción y distribución. Bandas ruso-israelíes y químicos de países del Este controlan el negocio. Sus centros de producción se basan en Bélgica y, sobre todo, en Holanda. Y de ahí, al mundo. Al empezar el nuevo milenio, entre un 80 y un 90% del MDMA mundial se produce en estos dos países. La pelota vuelve a los EE UU, que se ven inundados por M holandés. La pureza de la droga está en entredicho. Millones de personas se están metiendo esta penicilina para el alma en variantes contaminadas.
En el año 2002, se publica el Informe Ricaute en la prestigiosa revista ‘Science’, en la que se decía que el éxtasis podía causar Parkinson a los consumidores de éxtasis. Al final, Ricaute tuvo que comerse su tesis al comprobar que la sustancia administrada a los monos de laboratorio habia sido metanfetamina pura (speed). El éxtasis seguía con su mala prensa y, en la calle, la gente seguía consumiéndolo sin medida. A finales de los 90, apareció el llamado MDMA puro, conocido como cristal o, simplemente, M. ESta variante revitalizó el mercado, demasiado quemado por la mala prensa de las pastillas. Hoy, el M es consumido incluso por algunas señoras modernas. En la tele, nos intentaron vender aquello del éxtasis líquido, que en realidad venía siendo GHB, con tal de ordeñar un poco más el filón de las drogas de diseño. Luego lo intentaron con el cristal, al querernos hacer creer que era “ice”, otra vez metanfetamina en roca. Nos bombardearon con documentales sobre “el cristal”, pero las ventas seguían viento en popa.
Y en ésas estamos. Esperando a ver si la generación pastillera alumbra una legión de zombis vegetales de la tercera edad que colapsarán la sanidad pública por haberse metido mucho en la juventud o si, como casi siempre, no pasa nada. ¿No quieres saberlo? Yo ardo en deseos.
By Primera Linea
El MDMA ha tenido una vida azarosa. Como otros grandes psicodélicos (véase el LSD), a punto estuvo de quedarse en el cajón. En un intento por encontrar un sustituto a la hidrastinina, un coagulante, los doctores Walther Beck, Otto Wolfes y Anton Köllisch sintetizaron en 1912 la metilsafrilamina,que no es otra cosa que MDMA. Sin embargo, la sustancia tuvo una limitada vida útil y pronto acabó siendo aparcada en un cajón.
Y así, hasta que, ya los años 50, el ejército norteamericano se interesa por el MDMA en el marco de su demencial Proyecto MK-Ultra, dirigido a encontrar drogas que pudieran controlar mentes. Merck comienza a producir MDMA otra vez. Varios científicos alemanes estudian los efectos físicos y psíquicos del M. La US Army inyecta a animales dosis letales del “agente experimental” EA-1475, nombre bajo el que se esconde el MDMA puro. Pero para el gran público sigue siendo desconocido.
El M se empieza a popularizar como droga recreativa y toma contacto con la gente “enterada” a principios de los 70. Este cambio es consecuencia directa de la ilegalización del MDA, droga de la contracultura de la época, que había sido vendida como tranquilizante y suprosor del apetito. El underground, que ya llamaba al MDA “la droga del amor”, se pasa al MDMA, aunque su uso recreativo sigue estando muy poco extendido. Como todas las drogas, el M también tiene sus profetas. En 1977, el químico Alexander Shulgin lo prueba. El flechazo es instantáneo, y el científico escribe junto a David Nichols el primer artículo sobre los efectos del MDMA en seres humanos.
Shulgin tambien se lo da a probar a su psicoterapeuta, Leo Zeff, y éste se convierte en ferviente apóstol del M y comienza a difundir la buena nueva. Su uso en la psicoterapia, al bajar las defensas emocionales de los pacientes y favorecer la comunicación, hace que muchos psiquiatras y psicoanalistas de California comiencen a usarlo en sus sesiones. El MDMA cosecha una notoriedad que, como el LSD, acabaría llevando a su ilegalización.
Y llegan los 80, y el la nueva droga aterriza en los clubs. En los locales más modernos de Dallas, la gente consume “Adam” mientras baila. Ese nombre (Adán en inglés) se debe a su supuesta capacidad para llevar al hombre a un estado de inocencia en el que aún no han aflorado los sentimientos de culpa, verguenza e inutilidad. En 1981, en una operación de márketing sin precedentes, un distribuidor de Los Angeles se refiere al “Adam” por primera vez como “éxtasis”. Con este cambio de imagen, el M sella su destino. La mecha está prendida. La popularidad del producto está ya fuera de control.
Publicaciones americanas como ‘Newsweek’ o ‘Harper“s Bazaar’ sacan al M del anonimato. El gran publico empieza a preguntarse qué es esto del éxtasis. La sustancia aún es legal en EEUU y su uso se dispara. A principios de los 80, los laboratorios clandestinos de éxtasis son controlados por el llamado Grupo de Boston. Pero el mayor consumo de M se da en el estado sureño de Texas, donde el éxtasis se adquiere en las tiendas de 24 horas bajo el nombre de “Sassyfras”, en referencia al safrol, uno de los precursores utilizados al sintetizar la droga. Se puede comprar éxtasis incluso por teléfono. En Dallas y Fort Worth, se compra en bares y clubs. De allí, siguiendo el circuito de clubs gays, el MDMA se propaga por los EE UU como un virus y empieza a estar ya en boca de todos. La Drug Enforcement Agency se empieza a mosquear. La cosa recuerda al affaire del LSD, y estas cosas deben pararse cuanto antes.
En 1984, la DEA inicia el procedimiento para incluir al MDMA en la lista I de drogas, es decir, las que no tienen uso médico. El 31 de mayo de 1985, la metilendioximetanfetamina es incluida en esa lista, de manera que ya no se podrá investigar con ella. Acaba el sueño terapéutico, empieza la pesadilla.
El MDMA ha mutado de “Adam”, la herramienda de explotación introspectiva, a éxtasis, la droga de la fiesta. Gracias a la DEA y el circo mediático montado a su alrededor, su popularidad ya ha cruzado el charco. Llega a Ibiza, y de allí conquistaría Europa. Nace el acid house. En 1986 Ibiza ya es conocida como “XTC Island”, la isla del extasis. Los dj y turistas se llevan el mensaje del M a casa. Nace la escena rave británica. El consumo de éxtasis se masifica. Llega el “verano del amor” de 1988. La musica electrónica revienta y el éxtasis es ya universal. El gobierno británico intenta prohibir la música “repetitiva” en clubs, pero esto ya no hay quien lo pare. A finales de los 80, las “pastis” toman Valencia y su ya mítica ruta destroyer o del bakalao. Al calor de la música mákina, las rulas corren de mano en mano. Aparecen las “mescas”, míticas cápsulas de la Ruta, de muy limitada vida pero de largo recuerdo. Se dice que eran MDA, aunque otros dicen que anfeta con cafeína. La Ruta sigue viento en popa unos años hasta que tuvo la desgracia de captar la atención de los medios. Pérez Reverte y otros moralistas de salón acojonaron al personal con su denuncia de los excesos de la movida bakala. La policia no tardó en aparecer en escena. Aumentaron los controles y la Ruta languideció. Una vez más, gracias a su demonización, su popularidad aumenta. Los primeros decomisos de éxtasis se producen en 1990. En el 92, se multiplican por diez, incautándose 40.000 pastillas, cifra que palidece en comparación a las 300.000 del 93 y las 739.511 del 95, cifra récord. A medida que entra más droga, los precios se desploman, pasando de las 5.000 pesetas (30 €) por unidad a menos de 1.000 (6 €). No queda un mísero pueblo de España con discoteca adonde no lleguen las pastis. Nuestro país, como el resto de Europa, está ya infectado.
Y entonces, llegan las mafias y se adueñan de las redes de producción y distribución. Bandas ruso-israelíes y químicos de países del Este controlan el negocio. Sus centros de producción se basan en Bélgica y, sobre todo, en Holanda. Y de ahí, al mundo. Al empezar el nuevo milenio, entre un 80 y un 90% del MDMA mundial se produce en estos dos países. La pelota vuelve a los EE UU, que se ven inundados por M holandés. La pureza de la droga está en entredicho. Millones de personas se están metiendo esta penicilina para el alma en variantes contaminadas.
En el año 2002, se publica el Informe Ricaute en la prestigiosa revista ‘Science’, en la que se decía que el éxtasis podía causar Parkinson a los consumidores de éxtasis. Al final, Ricaute tuvo que comerse su tesis al comprobar que la sustancia administrada a los monos de laboratorio habia sido metanfetamina pura (speed). El éxtasis seguía con su mala prensa y, en la calle, la gente seguía consumiéndolo sin medida. A finales de los 90, apareció el llamado MDMA puro, conocido como cristal o, simplemente, M. ESta variante revitalizó el mercado, demasiado quemado por la mala prensa de las pastillas. Hoy, el M es consumido incluso por algunas señoras modernas. En la tele, nos intentaron vender aquello del éxtasis líquido, que en realidad venía siendo GHB, con tal de ordeñar un poco más el filón de las drogas de diseño. Luego lo intentaron con el cristal, al querernos hacer creer que era “ice”, otra vez metanfetamina en roca. Nos bombardearon con documentales sobre “el cristal”, pero las ventas seguían viento en popa.
Y en ésas estamos. Esperando a ver si la generación pastillera alumbra una legión de zombis vegetales de la tercera edad que colapsarán la sanidad pública por haberse metido mucho en la juventud o si, como casi siempre, no pasa nada. ¿No quieres saberlo? Yo ardo en deseos.
By Primera Linea
miércoles, 5 de noviembre de 2008
viernes, 17 de octubre de 2008
5ª REUNION VROD.ES
Barcelona era nuestro destino... y aunke los elementos se aliaron en nuestra contra... no habia "gota fria" que nos parase, asi que tomamos camino hacia la ciudad condal 4 motos... 3 valencianas y una sevillana (ole sus güevos!!!!)... para reunirnos allí con la familia catalana de Vroders... y un mallorquín "acoplao"... el tio Guillermoto... para pasar un fin de semana inolvidable, repleto de anécdotas... buenos momentos... y ante todo amistad!!!! Gracias a todos por ser tan buena gente!!!! Y larga vida a la familia de VRod.Es!!!!
Viernes... Salida desde Valencia...
Llegada al Hotel...
Cena en "El Burrito Loco"...
Momentazo... viva el Helio!!!...
Festipower en la disco "Tijuana"...
No iban a ser todo motos... vaya tela con las camareras!!!!
Mañana del sábado... CA' LA IAIA... Sierra de Montserrat... Butifarrada de esas raras que comen estos Valencianos del Norte xDDDDDDD
Sábado mediodia... Montmeló... el sorpresón de la Kedada... Buffet Libre... y vueltecitas en el circuito... toooooooooodo un placer!!!
Después del circuito... a revisar niveles... pitt stop!!!
Hasta los sevillanos pierden aceite... xDDDDDDDDDDDD
Y pa'l hotel... se intentará descansar algo después de tanta caña!!!
Sábado noche... cena en la zona Puerto de Barcelona... copita y a dormirla... que llevamos un dia muuuuuuy largo...
Almuerzo/Comida/Despedida... En "La Cantera" un genuino Bar Biker... donde nos demostraron que estos catalanes no tienen ni p... idea de lo que és una buena fideua...
Despedida... abrazos... besos... y hasta Sevilla!!!! Que se preparen!!!!
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